Es impresionante como los heraldos de las súper-estructuras blanden toda una batería de demandas para que los que hablan, disonantemente de ellos, no tengan la posibilidad de expandirse.
Una rareza en todo ello es: cuando instalan la libertad que es pisoteada por el libre albedrío que se entrega a otras manifestaciones.
Bueno señores lectores, acá estaremos todo el tiempo que sea necesario para que, cuando lleguen hasta acá, observen la programación en la configuración.
No demore más y por el título diríjase hasta la publicación.
Fijate.
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