lunes, julio 31, 2006

Medio Oriente: Si no hay paz por la buenas, será por las malas.

La revuelta, las memorias de Menajem Begin, el comandante del Irgún que llegó a ser primer ministro de Israel por el partido Likud. «La sangre dio vida a nuestra revuelta», escribió. «Sólo cuando estás preparado a enfrentarte al mismo Zeus para llevar el fuego a la humanidad podrás alcanzar la revolución del fuego». Los presuntos asesinos suicidas decían: «Crearemos Palestina a sangre y fuego. Los judíos sólo entienden la sangre y el fuego».

¿Qué pasa con éstos hechos?


No puede ser que no estemos impávidos, mientras los fundamentalistas están haciendo de éste mundo un infierno y, al parecer, lo lograrán si es que siguen sembrando la muerte y cosechando ira, odio y desprecio.
 
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